Si quieres poder hacer cierta y determinada cosa,
entonces empiézala.
Podría parecer obvio,
sin embargo demasiado a menudo es ese primer paso
el que te lleva a aplazarlo por demasiado tiempo.
Si no puedes terminar de decidir por dónde empezar,
tan sólo empieza por alguna parte,
con lo primero que te venga a la mente.
Una vez que te hayas puesto en marcha
y hayas empezado a darte cuenta,
a percibir por qué lo estás haciendo,
estarás mucho mejor preparado
para diseñar un plan que resulte efectivo.