Dios no nos ha prometido días sin dolor,
risas sin penas,
son sin lluvia,
pero si nos ha prometido
fuerza para el día,
consuelo ante las lágrimas,
y luz para el camino
(Anónimo)
¿Tiene sentido el dolor?
¿Lo tienen las lágrimas?
¿Y el sufrimiento?
Ante éstas situaciones
¿a qué nos invita la vida?